
Mi Historia de Vida
Cuando tenía 6 años de edad me realizaron una cirugía a corazón abierto producto de un malformación congénita que tenía en mi esternón y lo hacía crecer de forma anormal, llamada pectus excavatum. Mi caso era uno de los más riesgosos, puesto que el hundimiento a una corta edad podía poner en riesgo mis órganos internos: el corazón y los pulmones.
En mi casa nos enseñaban de las cosas de Dios pero nunca le había conocido tan cerca como días antes de la operación, recuerdo que mi mamá me explicó lo importante que era la operación y sus riesgos, por un momento sentí miedo y tristeza. Un día en mi cuarto sin muchas palabras; me dispuse a hablar con Dios, no sabía cómo hacerlo, recuerdo únicamente haberle pedido que si me ayudaba a salir de la
operación con vida, yo iba dedicarme a trabajar para él, esa fue toda la oración y dije Amén.
Los doctores tenían proyectado que mi recuperación tardaría un mes y medio en cuidados intensivos, pero para sorpresa de todos tarde solo un día y mi estadía total en el hospital fue de solo 5 días.
No les digo que posterior a ese día no he tenido que seguir enfrentando días difíciles en ocasiones producto de la operación que viví, pero se que el Dios que conocí en aquel momento de oración, había estado en medio de todo y me había librado de muchas cosas.
Hoy soy una mujer que vive un día a la vez, que aunque a veces es atacada por el miedo de que va pasar mañana, recuerda que hay un Dios que tiene una respuesta para todo, si crees en Él con fe.
𝑨𝒉𝒐𝒓𝒂 𝒃𝒊𝒆𝒏, 𝒔𝒂𝒃𝒆𝒎𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝑫𝒊𝒐𝒔 𝒅𝒊𝒔𝒑𝒐𝒏𝒆 𝒕𝒐𝒅𝒂𝒔 𝒍𝒂𝒔 𝒄𝒐𝒔𝒂𝒔 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒆𝒍 𝒃𝒊𝒆𝒏 𝒅𝒆 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒏𝒆𝒔 𝒍𝒐 𝒂𝒎𝒂𝒏, 𝒍𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒉𝒂𝒏 𝒔𝒊𝒅𝒐 𝒍𝒍𝒂𝒎𝒂𝒅𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒂𝒄𝒖𝒆𝒓𝒅𝒐 𝒄𝒐𝒏 𝒔𝒖 𝒑𝒓𝒐𝒑𝒐́𝒔𝒊𝒕𝒐. 𝑹𝒐𝒎𝒂𝒏𝒐𝒔 8:28